Alejandra Alarcón nace en Cochabamba (Bolivia) en 1976. Es licenciada en sociología. Posteriormente viaja a México en donde obtiene la licenciatura de Artes Plásticas en el Instituto Nacional de Bellas Artes. Actualmente trabaja en los dos países, una dualidad o ambivalencia, que no es sólo cultural, sino que se ve también reflejada en el contenido que traslada a sus acuarelas.

La obra pictórica de Alejandra Alarcón muestra un universo de movimientos del cuerpo femenino y de metáforas animalisticas, en los que se desvela el descubrimiento de la propia sexualidad. El trazo de su obra acuarelística es fundamental y se ajusta a un imaginario compuesto por percepciones infantiles, que se irá deconstruyendo a lo largo de su elaboración pictórica. Con él se desarrolla un ejercicio psicográfico, es decir, una escritura gestual entendida como acontecimiento. El dibujo le sirve como estímulo para la imaginación, favoreciendo así el juego de representaciones del descubrimiento de la sexualidad femenina y del placer.

 

Sirenita (si fecha)

En palabras de la propia artista:

Mi trabajo gira en torno a una preocupación sobre la identidad femenina, transito en un terreno limítrofe, en el que la identidad es una constante negociación con el otro, en el que “ser” no es algo dado e inamovible si no algo más bien cambiante. Como plantea Argüelles en su libro filosofía nómada : “YO soy lo OTRO que hay en mí” . Me interesan las zonas “isoglosas” entre sujetos, género, (transgénero) situaciones, roles, arquetipos, etcétera. El haber estudiado artes plásticas y sociología, me ha permitido tener siempre un acercamiento bastante teórico a los temas que voy trabajando desde el arte; las conexiones conceptuales que se desarrollan a partir del trabajo plástico me guian en la investigación teórica y de cierta forma rizomática.

Me interesa (también) desmantelar imaginarios que sostienen a la cultura (occidental), como la mitología infantil (cuentos de hadas), las bases del imaginario creado en torno a la familia como institución legitimadora de la sociedad. Ahondar en el postfeminismo, desde el cual construyo una nueva imagen femenina empoderada en la seducción, pero también peligrosa en su maternidad castradora. El trabajo que realizo toca estos temas desde una iconografía precisa, la de los cuentos infantiles, como la Caperucita Roja, Cenicienta, Blanca Nieves y Rapunzel. Mi método creativo surge a partir de la decontrucción de ciertos cuentos infantiles para crear nuevos sentidos.

En mi producción existe una idea de camino o de laberinto invisible, es una experiencia siempre tentativa, en la que uno se mueve por intentos. Este laberinto o camino se encuentra siempre conectado en/por múltiples niveles. Tiene un desarrollo rizomático, en la que construyo una red de conceptos por los que puedo transitar aleatoriamente, con múltiples salidas y entradas. El proceso creativo que sigo no es lineal, ni jerarquizado, existen múltiples conexiones entre los conceptos que abordo. Considero que la noción de rizoma, de Deleuze y Guattari, es el más apropiado para la metodología de mi trabajo.

Abordo la producción a partir de varios medios: pintura–acuarela, video, construcción- intervención de objetos tridimensionales, intervención al material bibliográfico, entre otros. Considero que el nomadismo en cuanto a los medios enriquece la obra y genera múltiples lecturas de la misma, como también en cuanto al proceso creativo. Existe un diálogo entre las técnicas y los medios que no podemos pasar por alto, los medios son utilizados en función a la pertinencia que tengan éstos en relación a discursos.

El corazón de Alicia – Serie Alicia y su abismo (2016)

 

 Algunos textos han sido extractados del cedido por María José Palma Borrego // Escritora y Psicoanalista

http://www.alejandra-alarcon.com/es/