Theodora Caccia nació en Italia en 1596, hija del pintor Guglielmo Caccia y Laura Olivia, a los 24 años ingresó en el convento Ursulina de Bianzè, municipio del norte de Piamonte, en el que cambió su nombre por Orsola Maddalena después de haber hecho sus votos.
En aquellos momentos, Bianzé era un puesto fortificado de frontera y era fácilmente el campo de batalla entre las tierras de los Gonzaga, los duques de Mantua y Monferrato, y el ducado de Saboya. Dadas las dificultades que, tanto geográfica como temporalmente, les tocó vivir, buscando un hogar más seguro para sus hijas, Guglielmo solicitó y recibió permiso para fundar el convento de las Ursulinas en Moncalvo que financió con su propio dinero y en 1625 Orsola y sus hermanas se mudaron al convento recién fundado. Cuatro de ellas ya habían profesado y dos años más tarde la hermana más pequeña se unió, reuniendo así a las seis hermanas en el mismo convento tal y como había sido el dese del padre.
La Hermana Orsola comenzó su carrera trabajando como asistente, aprendiendo a pintar y colaborando en el taller mezclando pigmentos y representando las figuras secundarias en las obras que realizaba su padre. Su padre murió pocos meses después de que se estableciera el convento y dejó en su legado dibujos, cuadrados y utensilios de arte para sus hijas, ya que antes de su muerte, había fomentado la pintura como una vocación para las Ursulinas de Moncalvo.
De todas las hermanas Orsola y Francesca, que murió a una edad temprana, fueron las únicas que llegaron a practicar la pintura con asiduidad, concretamente Orsola, además organizó un taller de pintura dentro de los muros del convento y contrató estudiantes y asistentes, también allanó el camino para que otras monjas se convirtieran en artistas e incluso está documentado que dos alumnas de Orsola ingresaron al convento sin aportar las dotes requeridas por el hecho de tener habilidades artísticas. La pintura se convirtió en un elemento mercantil, ya que proporcionó a la congregación un medio añadido de apoyo económico. Su fama fue creciendo y varias de sus piezas fueron pintadas por encargos recibido. Existen dos cartas que Orsola dirigió a Christine de Francia, escritas en 1643, en las que pedía que se le diera una oportunidad de trabajo remunerado ya que su convento estaba sufriendo penurias.
Angeli Musicanti
Creó pinturas de temática religiosa, imágenes devotas, retablos y naturalezas muertas que variaron poco a lo largo de los cincuenta años que pintó. La mayoría de sus obras transmiten el repertorio de modelos figurativos y tipos de composición que estudió en el taller de su padre durante su adolescencia pero a veces tiene la peculiaridad de insertar elementos de naturaleza muerta en obras religiosas. Estos elementos bodegón son un reflejo de los tipos de objetos a los que ella tenía acceso en el convento y que podía estudiar al natural. Por este motivo, muchas de sus naturalezas muertas se consideran inusuales y notables en su invención y calidad estilística, cada elemento se encuentra meticulosamente colocado y equilibrado con las otras figuras en la composición Su estilo se relaciona con la pintura arcaica flamenca o nórdica, especialmente de Ludger Tom Ring el Viejo y Georg Hoefnagel, en los que suele incluir trozos de frutas y algún animal, generalmente un pájaro o un insecto. También son interesantes los cuadros que representan flores y otras plantas en sus obras.
Se dedicó además a la elaboración de otros objetos de devoción y obras de pequeño formato de un estilo de gran delicadeza. Estas obras se encuentran en colecciones particulares, en palacios, museos e iglesias de Piamonte y se reconocen por la firma que distingue a la pintora, constituida por una flor o un ramo. Entre sus encargos más importantes figuran el retablo que representa el “Matrimonio místico de la beata Osanna Andreasi” de 1648 que puede contemplarse en la iglesia de Carbonarola, Mantua, y el retablo de “San Juan el Bautista” de 1644.
Orsola Maddalena Caccia murió en 1676. Existe actualmente un movimiento de reivindicación del valor de sus obras y han formado parte de la exposición “Naturaleza muerta lombarda”, en el Palacio Real de Milán, su pintura “La Nasita Della Vergine” fue expuesta en el National Museum of Women in the Arts en el proyecto “Mujeres artistas italianas desde el Renacimiento al Barroco” del 2007.Las pinturas de Orsola son reconocibles como sus creaciones, ya que están llenas de espiritualidad. Actualmente se siguen descubriendo obras de su autoría y corrigiendo atribuciones erróneas.
La Nasita Della Vergine (1635)
http://mujerespintoras.blogspot.com/2008/03/orsola-maddalena-caccia-1596-1676.html
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