Cristina Lucas nació en Jaén en 1973, de amplia formación académica, se licenció en Bellas Artes en 1998 por la Universidad Complutense de Madrid y en el 2000 realizó un máster en la Universidad de California Irvine, posteriormente amplió sus estudios en el International Studio and Curatorial Program de Nueva York en el 2003 y en la Rijksakademie de Ámsterdam, también se formó en gestión cultural en la Casa de América de Madrid. Sus inicios artísticos se caracterizan por estar encuadrados dentro del llamado Arte de Acción, siendo la performance y el happening sus primeras vías de expresión.
Poco a poco, su trabajo fue derivando en la utilización de registros que permitiesen a sus obras tener una existencia menos efímera y se centró especialmente en la producción en vídeo, comenzó también a trabajar con la pintura, la fotografía o la instalación artística, con ellas elaboró su signo de identidad que se basa en denunciar y atacar los actos que permiten, y siguen permitiendo, la desigualdad en el amplio sentido del término, y todo ello no exento de innovadoras ideas desarrolladas mediante una gran calidad técnica.
Cabe destacar que sus piezas están fuertemente condicionadas por la perspectiva de género, en ellas se evidencian los mecanismos por los cuales las mujeres aparecen sometidas a estados
La Liberté Raisonnée (2009)
patriarcales y relegadas a una vida de segunda clase relacionada con las actividades del hogar y lo privado, una imagen que está claramente ligada al papel que la mujer española ha desempeñaron durante los años de la dictadura franquista y que aun hoy se mantiene en ciertos círculos.
Ahondando en este tema, utiliza la sátira para realizar Acciones en las que ataca los signos sociales que han limitado a lo largo de la historia la visibilidad y la movilidad social de las mujeres en la esfera pública, en este sentido los vídeos «Habla» del 2008 y «La Liberté Raisonnée» del 2009, la pusieron a la cabeza del reconocimientos de estos derechos a nivel internacional.
Habla (2008)
Sus trabajos reflexionan también sobre otras muchas cuestiones que tienen que ver con la descomposición de las estructuras en las sociedades como la identidad o sobre el papel de la Iglesia actual en relación a la práctica artística. Cristina aborda estos temas sin temor, pudiendo utilizar imágenes, obras y espacios consagrados por el Arte (con mayúsculas) pero en sus obras también es posible encontrar elementos poéticos, sin olvidar ese sello personal que consiste en que por medio del humor sabe conecta magistralmente con la cruda realidad.
Hacia lo salvaje (2012)
Cristina Lucas ha mostrado su trabajo en importantes museos y centros de arte dentro y fuera de España. Entre sus exposiciones individuales se incluyen: «Flying Carpet Works» en la Galería Tegenbosvanvreden de Amsterdam, «Delinquere» en la Galería Juana de Aizpuru de Madrid, «LightYears» en el Museo Carrillo Gil, México DF y Centro de Arte 2 de Mayo Móstoles (Madrid), más recientemente “Es Capital” que ha sido vista en Matadero, (Madrid), Centro Gallego de Arte Contemporáneo en Santiago de Compostela y Museo Patio Herreriano (Valladolid), pero de entre todas ellas destaca la realizada en el 2017 en la sala Alcalá 31 de Madrid con el título “Manchas en el silencio”.
La exposición “Manchas en el silencio” incluyó la vídeo-investigación-instalación proyectada en tres canales “El rayo que no cesa”, una obra realizada en colaboración con alumnos de la Universidad Complutense que recoge los ataques aéreos que han provocado víctimas civiles desde 1912 hasta la actualidad en cualquier lugar del mundo.
También ha participado en exposiciones colectivas en centros como el Herzliya Museum, Tel Aviv: Microwave International New Media Arts Festival. Hong Kong; BAK, Utrecht: Bienal do Mercosul, Porto Alegre y Museo Thyssen-Bornemizsa (Madrid) entre muchos otros.
Cristina Lucas se declara profundamente feminista y sus obras son un ejemplo de compromiso, de elaboración de un pensamiento y que plantea sus proyectos como un cuestionamiento de lo ya establecido
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