Otobong Nkanga nació en Kano en Nigeria, en 1974. Empezó a estudiar arte en Obafemi Awolowo University y los finalizó en la Escuela de Bellas Artes de París. Ha sido artista residente en la Rijksakademievan Beeldende Kunsten, Ámsterdam.
Entre julio de 2023 y enero de 2024, y por vez primera en España, se ha podido disfrutar de una exposición monográfica de la artista nigeriana Otobong Nkanga (1974), comisariada por Nuria Enguita, en el IVAM. El título de la exposición ha sido “Anhelo de luz del sur”.
Gracias a dibujos, textiles, poemas, esculturas, objetos y performances la artista nos ha planteado una reflexión sobre la tierra como lugar donde vivir, pero también como fuente de recursos, eso sí, desde una visión intensamente crítica al cuestionar la obsesión económica en relación con la explotación de esos bienes. Su trabajo tiene, por lo tanto, una clara dimensión de denuncia porque la presión extractiva de los recursos naturales, especialmente de África, genera intensos cambios en la topografía, es decir, en la tierra física, pero también en la sociedad.
Otobong Nkanga insiste en la tierra, pero como un espacio de la no pertenencia, y no sólo en relación con esa crítica a la lógica productiva, sino también planteándonos alternativas a las ideas sobre la identidad.
Vista de la exposición «Anhelo de la luz»
IVAM. Valencia (2024)
Aunque no habíamos podido apreciar el trabajo de Otobong Nkanga en nuestro país, no estamos hablando de una artista que sea desconocida. Lleva dos décadas trabajando la instalación, la performance, la fotografía, el dibujo y la escultura, residiendo en Amberes.
Es de destacar su proyecto Contained Measures of Tangible Memories, que comenzó en 2010 en su primer viaje a Marruecos, y donde exploraría las técnicas del teñido, creando objetos de arte.
Vista de la exposición «Anhelo de la luz»
IVAM. Valencia (2024)
En el año 2010 presentó la exposición, El sabor de la piedra. Ikǫ en el Kunsthal Charlottenborg de Copenhague. Su inquietud como artista hizo que en 2012 creara la instalación titulada Medidas contenidas de Kolanut, empleando fotos, incidiendo en el protagonismo del árbol Kola, ya que, es fundamental para su cultura como símbolo de la espiritualidad. En ese mismo año propuso a los visitantes del Tate una proposición para el programa “Politics of Representation”, con el fin de que exploraran aspectos relacionados con la identidad, la percepción y la memoria. También estuvo en la Biennale d’art contemporain de Lyon cinco años después. “El encuentro que tomó parte de mí” fue el título de su exposición en Nottingham, y participó en el Documenta 14 en 2017.
Los trabajos de Otobong Nkanga son complejos porque exigen de nosotros un ejercicio de observación y concentración críticos, especialmente sus performances.
Ha sido reconocida con el Premio Yanghyun en el año 2015, así como con una mención especial en la 58 edición de la Biennale de Venecia en 2019.
Extractado del artículo de Eduardo Montagur para Blanco, Negro y Magenta – La Revista nº19.
Deja una respuesta