Imogen Cunningham


Nació en Portland, Oregón (Estados Unidos) en 1883. Su padre, Isaac Burns Cunningham, era un personaje peculiar: librepensador, teosofista, espiritualista y vegetariano. La madre, Susan Elizabeth Johnson, era una metodista de Missouri. Debió su nombre a Imogena, uno de los personajes principales de la tragicomedia romántica de William Shakespeare “Cimbelino”.
Fue una niña arisca que parecía no encajar en ningún lado y cuyos intereses discrepaban del resto de la familia.Sin embargo, la pequeña tenía una marcada vocación artística desde su primera infancia: dibujaba al grafito y le fascinaban las ilustraciones de una edición del Infierno de Dante.

A los 18 años la joven Imogen se matriculó en un curso de fotografía por correspondencia en la American School of Art de Stranton, Pennsylvania. Las lecciones incluían una cámara fotográfica de madera de 4×5 pulgadas que se convirtió en el primer equipo fotográfico de Cunningham. El padre apoyó a la hija construyéndole un cuarto oscuro. Realizó los estudios medios superiores en la Broadway High School en Seattle y en 1903 se matriculó en Ciencias Químicas en la Universidad de Washington en Seattle.
Durante sus años en la universidad trabajó en el estudio fotográfico de Edward Sheriff Curtis, donde aprendió la técnica de la platinotipia y a retocar negativos.

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Su marido Roi Partridge en The Town Crier (1915)

En 1909 recibió una beca para estudiar un años en la escuela superior de Dresde (Alemania), tras su regreso a Estados Unidos abrió su propio estudio en Seattle y obtuvo rápidamente reconocimiento por sus retratos y su trabajo pictorialista. Sus primeros retratos fueron encargos de personajes de la alta sociedad, lo que evidencia el prestigio que la artista se estaba forjando dentro de la comunidad local.

Al mismo tiempo estableció sólidos lazos con el mundo artístico de la época y, bajo la influencia de Gertrude Käsebier, creó la mayoría de sus exquisitas imágenes de ese estilo.
En 1915 Imogen se casó el artista y grabador estadounidense Roi Partridge a quien hizo una serie de fotografías desnudo en medio de la naturaleza en “The Town Crier”. Estas imágenes provocaron auténtico escándalo, no hay que olvidar lo cerca que aún estaba, por aquella época, el conservadurismo victoriano. Aquella actitud moralista regulaba, de un modo u otro lo que podría rebasar las fronteras de la decencia en materia fotográfica.


Dos años más tarde se trasladaron a California, donde nacieron sus tres hijos. En estos años de maternidad, Cunningham no dejó de fotografiar su entorno más cercano al mismo tiempo que se mantenía al tanto de las nuevas tendencias del arte y la fotografía a través de revistas como Camera Work o Vanity Fair.

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Magnolia Blossom (1925)
A Cunningham simplemente le interesaba el cuerpo, se situaba muy lejos del morbo. En cierta medida, para ella el cuerpo no dejaba de ser una suerte de cáscara de carácter más bien anecdótico. Estos primeros desnudos están vinculados a la mitología griega y el cristianismo,
En aquellos años expuso en el Pittsburgh Salon of National Photographic Art y en el Philadelphia Salon además de la Panama-Pacific International Exposition (San Francisco). Sin embargo la maternidad provocó una pausa entre 1971 y 1920 en el trabajo fotográfico de Cunningham
En esos años la fotógrafo se hizo amiga de Tina Modotti y se alejó lentamente del Pictorialismo para abordar la fotografía directa. Volvió al retrato y comenzó un interés por las flores y plantas de su jardín, troncos y árboles al tiempo que magnolias y alcatraces alternando con serpientes y cebras del zoológico.

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En 1934 Imogen recibe una invitación de la revista Vanity Fair para trabajar en Nueva York. El marido discrepó, pero Roi Partridge, que sufría la creciente independencia de su mujer, acabó firmando los papeles del divorcio.

Sin título (1958)

Un nuevo giro en la carrera de la Cunningham, se produjo en la década de 1940, en ella se interesó por la fotografía de calle y adopta los formatos de cámara pequeña. Aunque nunca creyó demasiado en la educación formal, se convirtió en una de las primeras académicas de la fotografía en Estados Unidos al impartir clases, en la California School of Fine Arts, uniéndose  o Dorothea Lange. Cunningham colaboró en esta institución durante varias décadas.

En la década del flower power, Cunningham dejó -paradójicamente- la botánica atrás para concentrar su cámara en el movimiento contracultural de la generación beat. No hay que olvidar que el área de la Bahía de San Francisco era uno de los epicentros del movimiento hippie.


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