Mabel Álvarez nació en 1891 en el seno de una destacada familia española que vivía en la isla de Oahu, Hawaii (Estados Unidos).
Su padre, Luis F. Alvarez , fue médico y estuvo involucrado en la investigación sobre la lepra iniciada por el legendario padre Damián, su hermano, Walter C. Álvarez , se distinguiría más tarde como médico y autor y su sobrino Luis Álvarez (hijo de Walter), fue premio Nobel de Física. La familia se mudó a Los Ángeles, California cuando Mabel era muy joven.
Autorretrato (1923)
Demostró talento artístico a una edad temprana y en 1915 se inscribió en la Art Students League de Los Ángeles , donde disfrutó de un éxito inmediato. Pintó un gran mural para la Exposición Panamá-California de San Diego, por la que ganó una medalla de oro. Álvarez asistió a la Escuela de Ilustración y Pintura de William Cahill en Los Ángeles.
Su primer retrato se expuso en el Museo de Los Ángeles (ahora Museo de Arte del Condado de Los Ángeles ) en 1917, un museo con el que mantuvo una estrecha relación hasta su muerte. En una exposición en 1919, ganó el tercer premio por su interpretación de la cabeza de un niño titulada «Carmen» y en 1923 ganó un premio a la mejor pintura de figuras por su trabajo Autorretrato en la exposición de primavera en el Museo de Los Ángeles.
In the garden (1925)
Durante las décadas de los años 1920 y 30, sus obras fueron muy influenciados por los artistas del movimiento sincronista Stanton Macdonald-Wright y Morgan Russell. Estas primeras pinturas se basan en su interés por el simbolismo , el Art Nouveau y el Impresionismo . En 1922 se convirtió en miembro del Grupo de los Ocho basado en el movimiento de arte progresista en California.
El color principal que utilizó Álvarez para expresarse plásticamente fue el verde, que para ella representaba amor, esperanza, juventud y alegría. Gamas de colores que se representan en un escenario de arquetipos universales: el niño, la doncella inocente, la tentadora, la esposa fiel, el buscador espiritual, el espíritu terrenal en el limbo, el espíritu liberado o las limitaciones de la Tierra.
Mabel Álvarez superó las expectativas. Durante seis décadas, siguió siendo una pintora provocativa y productiva, más aventurera que la instrucción de orientación impresionista que la formó y menos radical que la mayoría de las tendencias modernistas emergentes a su alrededor, pero siempre sensible, seductora y buscadora.
Retrato de Herman Kalahele (1939)
Pintó activamente hasta los sesenta y setenta, y sus obras pueden clasificarse dentro del estilo impresionista, pero también como pintura figurativa con bodegones y retratos. Sus últimas obras se centran en temas religiosos y simbólicos.
Los últimos años de su vida los pasó en una residencia para mayores. Murió el 13 de marzo de 1985, a la edad de noventa y tres años en Los Ángeles.
El coleccionismo y la academia continuó estudiando el importante papel que desempeñó Mabel Álvarez durante la aparición irregular y esporádica del modernismo en el sur de California, cuando no había disposición para aceptar la pintura generada fuera de los límites del entorno local. Finalmente, la obra de Mabel fue admirada y disfrutada por las generaciones siguientes, por su sensibilidad y técnica mostrada en obras sensuales de contemplación tranquila, pero no exentas de exuberancia y alegría.
https://en.wikipedia.org/wiki/Mabel_Alvarez
http://www.mabelalvarez.com/about/south.htm
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