Nació en 1886 en el seno de una familia adinerada del estado de São Paulo (Brasil), su abuelo paterno, conocido como “O Milionário”, era un rico empresario y hacendado. Desde muy temprana edad encontró el apoyo de sus padres en su deseo de estudiar para ser artista. Una situación poco habitual, ya que no era bien visto por la sociedad brasileña de la época, pero ya durante su adolescencia, Tarsila se interesó por el arte, en 1902 realizó un viaje a Europa con su familia, en ese viaje los padres decidieron que sería bueno para su formación que, tanto ella como su hermana, estudiaran en el Colegio del Sagrado Corazón de Barcelona, una ciudad que en aquellos momentos hervía con el movimiento Modernista.

Inició sus estudios de dibujo y pintura y conoció a otras cuatro personas con sus afinidades: Anita Malfatti, Oswald de Andrade, Mário de Andrade y Menotti del Picchia. En 1922 los cinco amigos organizaron la Semana de Arte Moderno, un hecho histórico fundamental en el desarrollo del modernismo en Brasil.

Abaporu (1928)

Amaral y sus colegas quisieron cambiar el arte establecido de Brasil, que consideraron demasiado conservador para un país tan complejo, tan rico en culturas y tan moderno en otros aspectos. Adoptaron las formas de las vanguardias europeas: el cubismo, el futurismo y el expresionismo. Társila había estudiado entre otros con Fernand Léger y conoció de primera mano estos movimientos.

Mientras los vanguardistas que, desde que Picasso mostró en 1907  “Las señoritas de Avignon”, habían desarrollado un gran interés por las culturas primitivas como fuente de inspiración, y si algo tenía Brasil era muchísimas culturas primitivas intactas. Esto llevó a Tarsila a utilizar las formas indígenas de su propio país al tiempo que incorporaba conceptos contemporáneos.

Amaral y Andrade viajaron juntos por todo el país y en 1926 se casaron, ese mismo año realizó su primera exposición individual en la Galería Percier de París. A partir de entonces, sus obras adquirieron fuertes características primitivistas y nativistas.

Obreros (1933)

Inspirado por Amaral, Andrade escribió su Manifiesto Antropofágico, que literalmente llamó a los brasileños a devorar los estilos europeos, librarse de todas las influencias directas y crear su propio estilo y cultura. Su obra «Abaporu» sirvió de inspiración al movimiento antropofágico, pudiendo considerarse como la imagen del primer manifiesto.

En 1931 Tarsila viajó a la Unión Soviética, al volver a Brasil su arte se haría un poco más social y su política un poco más activa, por ser simpatizante del Partido Comunista fue encarcelada durante un mes por el dictador Getúlio Vargas. “Obreros” y “Segunda Clase” son dos obras que representan esa etapa de su vida.

Autorretrato 2 (1926)

Társila tuvo un gran reconocimiento internacional y expuso en las dos primeras Bienales de São Paulo, su obra se mostró en una gran retrospectiva en el Museo de Arte Moderno de São Paulo en 1960, se le dedicó una sala especial en la Bienal de São Paulo de 1963 y al año siguiente en la 32ª Bienal de Venecia, y su retrospectiva en el MoMA supuso ser la de la primera artista latinoamericana y la octava del mundo. latinoamericano.

Tarsila do Amaral dejó un gran legado artístico formado por más de 200 pinturas, cientos de dibujos, ilustraciones, grabados, murales y esculturas. Fue un elemento activo en la nueva visión del arte en América Latina, y desarrolló un estilo único para Brasil.

A título anecdótico cabe añadir que el cráter Amaral del planeta Mercurio se llama así como homenaje a la artista.