María Girona i Benet nació en Barcelona en 1923, hija del arquitecto Lluis Girona, fue miembro de una familia estrechamente vinculada con la cultura. Sus primeros pasos en el mundo del arte los dio una vez acabada la Guerra Civil, con su tío materno, el pintor y teórico del arte Rafael Benet y en el taller de grabado de Ramón de Capmany.
Posteriormente, en la Academia Tárrega conoció al que sería su marido, el también pintor Albert Ràfols Casamada. En 1946 realizó su primera exposición en la Galería Victoria de Barcelona con el Grupo Els Vuit. En 1949 María Girona y Albert Ràfols Casamada ganaron una de las becas que concedía el Círculo Maillol del Instituto Francés de Barcelona para ir a estudiar a París, donde residieron entre 1950 y 1954, completando esa vivencia con viajes por Europa. Desde su regreso a Cataluña, en 1954, participó activamente en la vida cultural. Desde 1970 dio clases de dibujo en la escuela Eina de Barcelona.
En su etapa de formación imperaba el Noucentismo; Girona decidió continuar esta tradición con voluntad de ir depurándola para mantenerla viva. La búsqueda de la pureza, dentro de los cauces de la figuración, se convirtió en su objetivo. Algunos críticos calificaron así su estilo. Su obra surgió en un momento determinado y bajo el magisterio de Rafael Benet, inscrita en una línea histórica catalana trazada, entre otros, por Joaquim Sunyer, aunque otros críticos comparan su figuración con la de Chagall.
Interior (1923)
En sus cuadros, en los que predomina el paisaje y los interiores, domina el color plano por encima del trazo y la materia. Su trayectoria no tiene etapas que rompan o nieguen las anteriores, sino que evoluciona de forma continua, de manera que paulatinamente sustituye la pincelada de tradición cezanniana por las masas de colores. También aparecen trazos lineales, generalmente de gama oscura que, con gran esquematismo, describen sobre el fondo de color los objetos que constituyen los focos anecdóticos de atención y que, a la vez, rompen de manera armoniosa el cromatismo convirtiéndose en elemento dinámico que da ritmo al lienzo y se aleja del estatismo.
En 1977 recibió el Premio Artes Plásticas Ciudad de Barcelona, en 1998 la Creu de Sant Jordi y en 2001 se inauguró en Capellades la Fundació Ràfols-Casamada – Maria Girona.
En el mes de febrero de 2010 se expuso en la galería Tatiana Kourochkina de Barcelona, una exposición comisariada por Victoria Combalía.
Isabel M. (1962)
En diciembre de 2015 la familia de Albert Ràfols-Casamada y Maria Girona donó a la Biblioteca de Catalunya (BC) el fondo personal de ambos artistas, que comprende sus materiales gráficos, manuscritos e impresos.
María Girona murió en la Barcelona que la vio nacer el 8 de marzo de 2015, cuando contaba 92 años.
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