Amalia Lindegren nació en Estocolmo (Suecia) en 1814. A la edad de tres murió su madre y fue enviada a un orfanato y fue adoptada por la viuda de su supuesto padre biológico, Benjamin Sandel.
Retrato de Amalia Lindegren
Xilografía de Gunnar Forssell (1859-1903)
Tuvo una infancia humillante en la que era utilizada para pedir caridad a las clases altas. Esta etapa de su vida se vería reflejada en sus últimas obras, con cuadros que mostraban a niñas pequeñas de expresión triste.
Como hija de una madre pobre adoptada por una familia rica, recibió la educación típica de una niña de clase media alta, incluyendo el aprendizaje del francés, la música y, lo más importante para Amalia, el dibujo. Ya de joven, los retratos de Amalia, sencillos esbozos a lápiz, tiza o carbón, impresionaron a su familia y amigos.
Su estilo hizo que el artista y profesor de arte Carl Gustaf Qvarnström (1810-1867) la aceptara en la Real Academia Sueca de las Artes en 1849, y en 1850 Lindegren fue la primera mujer en recibir una beca de arte de la academia para ir a estudiar a París, donde estuvo viviendo hasta el año 1856.
En París fue estudiante de Léon Cogniet y Ange Tissier. Asistió a la Academia de Bellas Artes de Düsseldorf y de Múnich, y visitó Roma en 1854 a 1855, antes de regresar a Suecia.
The last bed of the little one (1858)
Colección Nordiska Museet
Durante su estancia en la Real Academia Sueca de Bellas Artes, Lindegren solía firmar sus cuadros, un acto de valentía en una época en la que la mayoría de las mujeres figuraban en los catálogos como “Anónimo”. En la década de 1860, su éxito artístico se entendió como una inspiración para los defensores de los derechos de la mujer y un sólido argumento para acabar aceptando a mujeres en la Academia.
Sunday Evening in a Farmhouse in Dalecarlia (1860)
Como retratista, Amalia Lindegren fue reconocida por su talento para la observación. En 1857, Amalia hizo un viaje de estudios a Dalarna, la provincia natal de su madre en el centro de Suecia. Se inspiró en la gente, su ropa y sus tradiciones, y creó pinturas idealizadas que celebraban su forma de vida campesina. Su cuadro Lillans Sista Bädd (La última cama del pequeño) de 1858, se convirtió en uno de los cuadros más conocidos de Suecia en ese momento. En él se representa una casa de campo, en donde una familia llora a su hijo fallecido en una cuna, fue expuesto en París en 1867, en Filadelfia en 1876 y en Chicago en 1893.
Amalia Lindegren recibió el título en 1853 y en 1856 fue nombrada miembro de la Real Academia Sueca de las Artes. Fue miembro honorario de la Sociedad Británica de Mujeres Artistas (Society of Women Artists) en Londres y recibió el galardón Litteris et Artibus en Londres.
Amalia Lindegren murió el 27 de diciembre de 1891 en Estocolmo.
https://es.wikipedia.org/wiki/Amalia_Lindegren
https://www.europeana.eu/es/exhibitions/pioneers/amalia-lindegren
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