Nació en Burgos en 1947 y es una de las primeras artistas españolas que ha trabajado con las nuevas tecnologías, el vídeo, la fotografía, los objetos artísticos… Con una visión tecnológica desarrollada fuera de España, investigó casi en solitario, sin apenas un contexto crítico en el que situar su trabajo como recurso útil, funcional o creativo. Tras un periodo como profesora en la Internationale Sommerakademia de Salzburgo, se estableció en Madrid donde comenzó a especializarse en las técnicas de representación que aún hoy la siguen representando: la fotografía, la video creación y las instalaciones lumínicas.

La obra de Navares fluye desde la década de los setenta y se caracteriza por poner el foco de atención en las cuestiones físicas y espirituales de la condición humana. La artista trata la base existencial del Ser que atañe por igual a toda la humanidad. Desde sus comienzos artísticos muestra gran interés en la existencia femenina, desde la historia de la humanidad hasta nuestros días, mientras se plantea reiteradamente la situación del Yo, de lo individual, de lo personal. Y va más allá, presenta al espectador cuestiones como las posibilidades de supervivencia, la imagen ideal del ser humano, la belleza corporal, el envejecimiento… poniéndonos de manifiesto la diferencia entre el cuerpo y el alma y relacionándolos con los medios y las formas de expresión que utiliza; mientras que los correspondientes al alma se traducen preferentemente en vídeo o en proyecciones de imágenes, en movimiento -danza, música o luz- en el ámbito corporal se manifiesta como objetos fríos y artificialmente rígidos; el alma está representada como un ente invisible, mientras el cuerpo es inequívocamente físico.

Luz del PasadoLuz del pasado (1994)

Profundamente comprometida con el feminismo y el arte de género, en una entrevista comentaba:

«Quizá sea un tema que ahora tocan muchos, pero yo llevo haciéndolo desde los años 70. No es feminismo reivindicativo, es analizar a la mujer desde el ámbito de lo social. Y una de las conclusiones a las que llego es que hay pautas que se repiten en Oriente y Occidente: son las mismas connotaciones, la misma rigidez, el mismo abandono psicológico…».

En la cúspide de su carrera Navares sufrió una experiencia profunda y dramática en la vista que supo documentar en las series fotográficas «Unidad» y «Desde la fragilidad del ser», se trata de series de fotografías de gran tamaño situadas en cajas iluminadas que dan la impresión de un ensimismamiento peculiar. Existen además otras obras que la propia artista designa en su totalidad como «Tránsito» de la vida a la muerte, y que abarca, entre otros, fragmentos de texto – sobre todo líricos- y escritos con un lápiz de plata en fotografías en blanco y negro o en tiras de papel enrolladas en cabezas de vidrio. Debido a su disposición personal es consciente de un modo doloroso de su dependencia de la vista, de sus ojos como recipiente de comunicación, que permite la armonía entre el alma y el cuerpo entre el mundo exterior y el interior.

paloma-navares-sakura-no-jana-2008En el 2012 la naviera estadounidense Celebrity Cruises compró prácticamente íntegra una de sus colecciones más impactantes, Mujer del samurái (fragmentos de misteriosas orquídeas mostrados con figuras de mujeres). Nueve composiciones de gran formato (con medidas de entre tres metros de largo y casi dos de ancho) para adornar sus transatlánticos de lujo.

Sakura no jana (2008)

La producción de la burgalesa es inmensa y ha realizado numerosas exposiciones individuales, tanto en Europa, como en Estados Unidos y Latinoamérica. De entre ellas se destacan las últimas realizadas en España, Fundación Arte y Tecnología Telefónica (Madrid), Museo Nacional Thyssen-Bornemizsa (Madrid) y Universidad Complutense (madrid). También son innumerables los proyectos realizados Casa cuna, Del alma herida, Milenia, Del corazón y el artificio, Cuerpos de sombra y luz, o De Venus, ninfas y otras Evas, entre otros. De entre ellos, y por ser el más reciente, tiene especial significación Otros Páramos.

 “Es un proyecto que recorre mundos de mujeres. Se han seleccionando temáticas desde la antigüedad hasta el momento actual. Desde las mujeres silenciosas a las que han dejado la huella de sus voces, desde las sociedades pobres a las sofisticadas. Es un trabajo de búsqueda sobre culturas, ritos, costumbres y tradiciones en torno al mundo de la mujer que, en muchos casos, alcanza a sus hijos. La situación de las mujeres se hace visible a través de sus cantos, poemas o idiomas secretos para hacernos tomar conciencia del aislamiento y la represión que las sociedades han venido ejerciendo sobre ellas”

De entre todos lo premios recibidos a lo largo de su carrera, cabe destacar el de Mejor Artista 2019 que entrega la asociación de mujeres artistas Blanco, Negro y Magenta. Paloma Navares vive y trabaja en Madrid.

http:/palomanavares.com