María del Dulce Muntadas Pujol nació en Barcelona en 1890 , fue hija de Luis Muntadas Rovira, uno de los principales introductores en España de las industrias eléctricas que fue presidente del Fomento del Trabajo Nacional, y de Encarnación Pujol y Coll, lo que sitúa a María entre la alta sociedad catalana de la época.

Cuando apenas contaba diez años de edad, viviendo en el municipio de Sarriá de Barcelona, conoció a la hija de unos amigos de la familia: Zenobia Camprubí Aymar, la escritora y lingüista que, junto a Juan Ramón Jiménez, formó una fructífera pareja para el mundo de las letras. Ambas jóvenes entablaron una estrecha amistad que duraría toda su vida, tenían la misma institutriz inglesa y juntas crearon la sociedad que llamaron “Las abejas industriosas”, a semejanza de las que, con el nombre de Sewing Circle, existían en algunas ciudades norteamericanas y se dedicaban a coser ropa para los pobres.

María fue una mujer de gran belleza que se aficionó por las artes desde joven. En 1907 fue designada reina en los juegos florales de Barcelona y en 1910 contrajo matrimonio con el ingeniero Julio Capará y Marqués .

Se dio a conocer artísticamente en las muestras barcelonesas de Primavera de los años 1922 y 1923, y celebró su primera exposición individual en 1924 en las “Galeries Laietanes”, está documentado que destacó por sus obras figurativas “Vanitas” y “Libélula”, expuso de nuevo en dicha sala en 1926 con “L´hora bella”, “Coquetería”,  “Soubrete” y “La núvia” , y en el 1927 con “El mantell verd”, “La dona bruna” y “Contrallum”.

Dama durmiendo (1929)

En los años siguientes, cambió de galería y expuso obras a pastel en las Galerías Areñas y en La Pinacoteca. También participó en exposiciones colectivas en Galerías Laietanes.  Fue seleccionada en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1932 con el retrato de su hija “María Luisa”. Su participación quedó recogida en la publicación Blanco y Negro, del 15 de diciembre de 1929, en donde bajo el título de “Una pintora notable”, se dice textualmente:

María Muntadas de Capará, distinguida dama de la buena sociedad catalana. Una simpática entonación y un fino colorido caracterizan la técnica de esta artista, de entre cuya obra total, plena de buen gusto y copiosa en indudables aciertos, entresacamos las reproducciones que ilustran esta página y que dan idea del arte delicado y sutil de la señora Muntadas.

Con la llegada de la guerra civil, se trasladó a vivir a San Sebastián donde falleció su marido. Después de la contienda, siguió exponiendo, concrétamente mostró sus obras en una exposición individual en 1940 en las Galerías Pallarés, en ella presentó su buen hacer y el dominio en varias técnicas como óleo, pasteles y dibujos de apuntes de tipos sevillanos.

Testa de virgen (1929)

Posteriormente abrió una academia de pintura, donde tuvo como principales discípulas a Maria Teresa de Casadesus, Eulalia Brotons, Francis Miquel Badía, y Rosa María (Rosemary) Masuet, institución que se mantuvo activa hasta 1950. En 1956 se organizó una exposición antológica de sus obras en el Círculo Artístico de Sant Lluch de Barcelona.

De su vida personal poco ha transcendido, se sabe que fue una mujer muy culta que organizaba periódicamente reuniones literarias en su casa (el tercer domingo de cada mes), ya que aparte de pintora, María Muntadas también fue poeta y concertista, también que tuvo dos hijas, Maria Luisa (modelo en uno de sus cuadros) y Elena.

Murió en su Barcelona natal en 1965.

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