Regina de Miguel nació en 1977 en Málaga y estudió Bellas Artes en la Universidad Politécnica de Valencia donde se inició en la pintura, pero su práctica artística en seguida se vio impregnada por una sucesiva inmersión en otros formatos y disciplinas.
La literatura se convirtió en fuente continuada de inspiración, mientras que del creciente interés de la artista en la ciencia emergen una serie de proyectos híbridos y colaborativos que involucran a múltiples agentes, entre ellos científicos. En sus obras señala el carácter especulativo del conocimiento y reescribe el relato supuestamente objetivo y veraz de la ciencia con ayuda de la magia, la mitología, la poesía y la ficción. Su objetivo declarado consiste en enlazar los mundos artificialmente segregados de la cultura y la ciencia y en proponer una visión más holística e interactiva de las diversas áreas del conocimiento para afrontar las problemáticas biopolíticos del mundo contemporáneo.
Desde un enfoque metódico, establece complejas redes de conexiones que se nutren también de la filosofía de la ciencia, el ecofeminismo, la ficción especulativa y el terror, para dar lugar a desplazamientos teóricos, existenciales y poéticos que operan desde la fragilidad como forma de resistencia.
CATABASIS, HD and 3D animation, 1:13, (2020)
En su primera exposición institucional en el MUSAC de León, la artista presentó la instalación “El aire aún no respirado” (2008), compuesta por maquetas de madera y retroproyecciones de animaciones en 3D, que ya muestra una confrontación con el espacio y el tiempo y un enfoque en lugares específicos y su representación.
“The Last Term that Touches the Sight” (2011) es otra instalación interdisciplinar, que utiliza la imagen del iceberg, recurrente en la literatura de viajes, en combinación con cartografías y estadísticas sobre el suicidio o la depresión, para reflexionar sobre las imágenes mercancía.
FUNDACIÓN. Descripción del río Tinto en 1556 del clérigo Diego Delgado a Felipe II
Avery, D. (1985)
Su primera película “Nouvelle Science Vague Fiction” (2011) supuso también su primera incursión en la ciencia ficción que a partir de allí utilizará como herramienta crítica, y la primera de una serie de estrechas colaboraciones con científicos. Inspirándose en Solaris de Stanislaw Lem, yuxtapone imágenes del lago Cerknica en Eslovenia y del Instituto de Radioastronomía de Holanda, acompañándolas con la voz femenina tan característica de sus películas posteriores.
Actualmente vive y trabaja en Berlín.
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