Rosemarie Castoro nació en Brooklyn. Nueva York (Estados Unidos) en 1939. Perteneciente a una familia italoamericana, vivió y trabajó en Nueva York toda su vida, convirtiéndose en una figura central de la escena artística minimalista y conceptualista de esa ciudad durante décdas.
Mientras estudiaba en el Pratt Institute, Brooklyn, encontró inspiración temprana en la danza experimental y la coreografía, comenzando posteriormente una colaboración con la bailarina minimalista Yvonne Rainer en la década de 1960.
El trabajo de Castoro a lo largo de su vida mostró un carácter claramente performativo y una comprensión del espacio y el movimiento. A partir de 1964, creó obras sistemáticas que exploraban el color y las composiciones estructurales en experimentaciones muy innovadoras.
En 1968, una época de malestar político en Estados Unidos, Castoro abandonó el color y comenzó a involucrarse en el arte conceptual, las obras callejeras, la poesía y la escultura posminimal. Desde la década de 1970 hasta los últimos años de su vida, se centró en la experimentación escultórica. Introdujo alusiones surrealistas y sexuales en el marco racional y matemático del minimalismo, y las formas orgánicas de su obra presentan un paralelo con la experimentación de Eva Hesse y Louise Bourgeois.
Sus primeras obras de la etapa madura fueron ejecutadas sobre lienzos en formato cuadrado, las composiciones mínimas tenían el potencial de una repetición y se caracterizaban por un color atrevido. En esa época desarrolló una amistad con la pintora Agnes Martin, cuya influencia podría detectarse en estas primeras pinturas minimalistas a través de su ejecución precisa y su visible dibujo a lápiz.
A medida que desarrolló la pintura, fracturó las formas de la letra ‘Y’ en barras, distribuyéndolas como un patrón por todas partes: ya fuera en composiciones aparentemente caóticas y aleatorias; en agrupaciones discretas aunque superpuestas; o bien reglamentados gráficamente. Si bien se podría considerar que la figura de la ‘Y’ sustituye al cuerpo, la analogía antropomórfica puede continuar al considerar las barras como cuerpos o demarcaciones de pies.
Guiness Martin (1972)
Con todo ese bagaje, Castoro no estableció jerarquías entre la pintura, el dibujo, la escultura, la arquitectura o la performance, y no solo eso: trabajó a fondo en las posibilidades comunicativas que podían generar los vínculos entre técnicas. Concretamente la relación de la pintura con la danza se revela a través de una consideración de los cuerpos dentro del espacio y su interpretación gráfica minimalista.
Rosemarie Castoro falleció en 2015. Vivió y trabajó en Nueva York toda su vida, convirtiéndose en una figura central de la escena artística minimalista y conceptualista de esa ciudad.
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