Quito (Ecuador), 1660/70 – 1714, Quito (Ecuador)

Isabel de Cisneros y Alvarado (Isabel de Santiago en el mundo del arte) nació en una fecha próxima a las décadas 1660 y 1670, y lo hizo en la era en aquel momento la capital de la Real Audiencia de Quito. Isabel asumió oficialmente los apellidos de su madre, Andrea Cisneros y Alvarado, quien estaba emparentada con la santa ecuatoriana Mariana de Jesús.
Virgen del Carmen (c. 1700) (detalle)
Colección Museo del Carmen Alto, Quito
Decisión tomada por su propio padre, Miguel de Santiago Vizuete, mestizo que no quería que sus hijos perpetuaran sus orígenes indígenas. Sin embargo, la Isabel artista terminaría siendo conocida con el mismo apellido que su padre. La más pequeña de los cuatro hijos de la pareja, Isabel fue también la que compartió con Miguel su pasión por la pintura. A edad muy temprana, la pequeña Isabel ya jugaba con los pinceles de su padre, quien no dudó en acogerla en su taller.

Virgen del Carmen (c. 1700)
Colección Museo del Carmen Alto, Quito (Ecuador)
Creció rodeada de cariño, en una familia católica en la que su padre permitió que desarrollara su pasión y talento artísticos. En pocos años, se convirtió en estrecha colaboradora en las obras de su padre, provocando que la autoría de alguna de sus pinturas no siempre sea fácil identificar. La primera etapa fue una etapa feliz y fructífera en su vida como persona y como artista.
Además de pintar, se casó con Juan Merino de la Rosa, Portero Mayor de la Audiencia de Quito, quien falleció al poco tiempo. Casada en segundas nupcias con el capitán también viudo Antonio Egas y Venegas, construyó con él una extensa familia y compartieron la misma pasión por el arte. La pareja llegó a tener cinco hijos, dos de los cuales fueron sacerdotes de la Orden de San Agustín.
A la muerte de su padre, Isabel asumió la dirección del taller y no dejó nunca de pintar. A pesar de no poder obtener un reconocimiento oficial de las escuelas artísticas por su condición de mujer, Isabel de Santiago se ganó el respeto y la admiración de su pueblo, recibiendo infinidad de encargos. El más conocido es el retrato que realizó a una monja clarisa llamada Sor Juana de Jesús. El encargo fue hecho a su marido, quien no pudo realizar el retrato de la religiosa ya fallecida pidiendo a su esposa que se asumiera ella la tarea.

Arcángel Gabriel (1700)
Museo Fray Pedro Gocial – Quito (Ecuador
La gran mayoría de obras realizadas por Isabel de Santiago fueron lienzos de temática religiosa destinados a decorar algunas de las iglesias a las que ella misma acudía y con las que tenía algún tipo de relación. Entre ellas, la Basílica de Nuestra Señora de la Merced en Quito, donde se encuentra su Cristo de la columna. La Virgen del Carmen del Monasterio del Carmen de San José o un San Antonio de Padua del Monasterio del Carmen Alto. Famoso es su Arcángel Gabriel y también atribuido a Isabel es El Hogar de Nazaret, hoy en el museo del Convento de San Diego, Museo Fray Pedro Gocial de Quito.
La contemplación mística de San Agustín, expuesto en la Iglesia de San Agustín de Quito, fue un cuadro que durante siglos fue atribuido a su padre. Y es que no siempre es fácil separar al padre de la hija, al maestro de la pupila, porque incluso en alguna ocasión, como fue el caso de La Virgen de las Rosas, compusieron el lienzo a cuatro manos.
Todos sus cuadros religiosos de Isabel de Santiago muestran un gran colorido y una explosión de flores y animales rodeando a los santos protagonistas de sus lienzos. Obras legadas por una de las pocas mujeres pintoras de la historia de Ecuador.
https://es.aleteia.org/2021/05/05/isabel-de-santiago-reconocida-pintora-del-siglo-xvii-en-ecuador


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