Quito (Ecuador) – 1999

Sofía Salazar Rosales nació en 1999, en Quito (Ecuador). Realizó una maestría con honores en la Escuela de Bellas Artes (ENSBA París) en los talleres de Tatiana Trouvé, Petrit Halilaj y Álvaro Urbano. Es licenciada en Bellas Artes con honores por la Escuela de Bellas Artes de Lyon (ENSBA Lyon), donde trabajó en los talleres de Pauline Bastard y Niek Van de Steeg. Actualmente participa en una residencia de dos años en De Ateliers en Ámsterdam.
El viaje de Sofía comenzó en Ecuador, donde las ricas tradiciones de su tierra natal influyeron en su visión artística. “Al crecer en Ecuador con una madre ecuatoriana y un padre cubano, estuve rodeada de narrativas culturales que modelaron mi arte de modo profundo”. Su educación formal en París y Lyon y una residencia en De Ateliers en Ámsterdam fueron puliendo su voz singular. “Cada etapa de mi viaje fue crucial en la conformación de mi abordaje del arte”.

Zafra (2021)
Su obra es una sinfonía de experiencias visuales entrelazadas con elementos poéticos y dancísticos.. también la danza es una influencia profunda, que se combina con los conceptos de ausencia y presencia y destaca en sus esculturas la relación dinámica entre movimiento y quietud.
Su interés se centra en cómo los objetos tienen el potencial de mostrar contextos sociales, políticos y económicos, específicamente vinculados al desplazamiento de personas, bienes y otros objetos.
Concibe sus piezas como espacios de reconciliación para negociar entre el objeto, el material y su historia en diferentes contextos. Reconciliar es también un gesto constructivo en su obra, que transforma continuamente los objetos, con especial atención a su efecto emocional. Salazar Rosales y sus esculturas tienen una relación afectiva.

Hay cuerpos cansados por el viaje que buscan enraizarse, vista de la instalación en BUNGALOW/ChertLüdde (2022)
Foto: Andrea Rossetti.
Somos contextuales, pero también sentimentales.
La elección de materiales que hace Sofía es intencional y simbólica, refleja los temas que ella explora. En Zafra (2021) usa caña de azúcar, fibra de vidrio, pegamento para madera, gelcoat y resina para hablar de las connotaciones históricas y culturales de esos materiales.
En 2023, fue nominada al Premio illy Sustain Art y al Premio Emerige-CPGA, y en 2022, ganó el Premio SARR. Su primera publicación “Hay cuerpos cansados por el viaje que buscan enraizarse”, fue publicada por ChertLüdde con motivo de su exposición individual de 2022 en Bungalow, Berlín, y contiene cartas de su diario dirigidas a sus esculturas.
Actualmente vive y trabaja entre París, Francia, y Quito, Ecuador
Deja una respuesta