Katia Acín Monrás nació en Huesca, 15 de octubre de 1923, en el seno de una familia en la que la libertad y la cultura son bandera.
Hija de Ramón Acín y de Conchita Monrás crecerá en un ambiente feliz y luminoso y viendo como dibujo, pintura, música y docencia están entre las actividades de sus padres. Comparte esos años con su hermana Sol, hasta que de manera abrupta y tras el estallido de la guerra en 1936, sus padres son fusilados por defender ideas contrarias a la sublevación.
Desde ese momento comienza la pausa en la carrera artística de Katia, que habría recibido sus primeras lecciones de dibujo de su padre. Las hermanas deben trasladarse a Jaca a cargo de unos familiares paternos y en este nuevo seno y con el contexto imaginable, estudia en el Instituto para llegar después a la Universidad en Zaragoza, donde se matriculó en la Facultad de Filosofía y se especializó en Historia Medieval.
A mediados de los años 40, ya culminados sus estudios universitarios, se casó con Federico García Bragado. Los siguientes diez años de su vida estuvieron dedicados a la crianza de sus cinco hijos. La familia tuvo que desplazarse por varios lugares de la geografía española debido al trabajo de Federico, miembro del cuerpo de Secretarios de la Administración local y gran amante de la música. Acabaron regresando a Huesca.
Ronda de sombras (s/f)
Preparó y sacó adelante unas oposiciones para ejercer como docente de Historia con destino en Binéfar, centro delegado del instituto de Huesca del que fue directora a partir de 1965. Allí, Doña Ana María, nombre con el que se le conocía en el ámbito profesional (Katia en el contexto de posguerra no parecía apropiado) dio impulso y fuerza al centro con numerosas actividades, incluyendo un grupo de teatro. Sus destinos profesionales la llevaron a las ciudades de Zaragoza y Huesca, y continúa con su intensa labor docente, pero además inicia una importante tarea de reivindicación, junto a su familia, de la figura de su padre Ramón Acín.
Su último año como profesora lo pasará en Las Palmas de Gran Canaria, donde había ganado plaza de catedrática. Después de todo este camino, en 1989, recién jubilada, se matricula en Bellas Artes en la Universidad de Barcelona y se instala en el colegio Mayor Raimundo de Penyafort e inicia su carrera artística.
Plenamente integrada en la vida universitaria agotará recursos y tiempo desde este momento para exprimir la oportunidad de dedicarse a aquello que había querido desde niña, la práctica artística. Es en este momento cuando entiende que el grabado es la técnica que más se ajusta a sus deseos expresivos. Desde entonces inicia una intensa carrera formativa: tras la licenciatura en Dibujo y Pintura continuará formándose como grabadora en Tarragona y desarrollará su labor en varios talleres con compañeros de trayecto como Antonio Alcàsser y Cristina Plaza.
Trabajo I (1995)
Terminará por instalar su taller en Altafulla, en la casa de una de sus hijas, agotando un tiempo de creación y reivindicación de un modo de entender la vida y el arte que se pararía en 2004, ya que en diciembre de ese año moriría
Katia Acín Monrás tuvo una biografía marcada por los cambios, en la que las situaciones vitales se fueron sucediendo hasta llegar a la madurez de sus días, momento en el que inicia una carrera como artista que, en cierto modo, había comenzado desde su infancia, pero que necesariamente había tenido que quedar en pausa, dejando un interesante legado artístico y un inmenso legado vital, que recogen y difunden hoy sus hijos a través del trabajo de la Fundación Ramón y Katia Acín.
https://fundacionacin.org/katia-acin-monras-biografia
https://www.unizar.es/sites/default/files/actualidad/adjuntos/0_dosier_katia_acin.pdf
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