Cristina BanBan nació en 1987, en El Prat del Llobregat (Barcelona), aprendió a dibujar casi al mismo tiempo que a andar. A los 5 años ya daba clases de pintura y llenaba los cuadernos con personajes inspirados en las series infantiles manga. Obtuvo una Licenciatura en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona, tras graduarse abandonó España en busca de oportunidades. En Londres, comenzó a formar parte de la prestigiosa galería Skarstedt se fijó en sus obras y, desde entonces, solo cotizan al alza en las casas de subastas.
En 2017 recibió el premio que concede la Royal Academy of Arts de Londres a la mejor obra de un artista menor de 35 años.
La parte de mayor reconocimiento de su producción son los óleos sobre lienzos coloridos a gran escala, pintados de forma directa y con una paleta de colores que incluye mucho el tono rosa. Son voluptuosas figuras femeninas ampliadas que nos recuerdan la pintura neoclásica del siglo XVIII.
Los personajes femeninos, a veces incluida ella misma, están representados con una honestidad entrañable, creando una atmósfera tierna e íntima. Manipula perspectivas para llamar la atención sobre la monumentalidad de las figuras, mostrándolas en espacios que parecen demasiado pequeños para contenerlas. Desafía la noción de representación figurativa convencional y ofrece su propia visión. A menudo son acciones en situaciones que resultan familiares, enfatizando en la subjetividad de las experiencias personales.
La pena de Pilar (2020)
La pintura es como una pelea sin fin, me sentiría estancada si me creyese que ya he encontrado una manera de hacer. Lo que sí sé es que estoy esforzándome por abandonar la pintura narrativa experimentando con nuevos lenguajes.
Sus pinturas también se basan en la cultura popular o escenarios callejeros, creando una mayor sensación de dramatismo en lo cotidiano. Están pintados de forma directa, con una paleta de colores que incluye mucho rosa, recordándonos a Philip Guston. Los personajes femeninos, a veces incluida ella misma, están representados con una honestidad entrañable, creando una atmósfera tierna e íntima.
Inmersos en una contemplación melancólica, las figuras rara vez se miran a los ojos, lo que señala el aislamiento humano infligido por las perturbaciones sociales y políticas de los últimos años. Los desnudos de BanBan a veces están salpicados de ropa íntima o adornados con aros y pinzas para el cabello, que se vuelven decididamente contemporáneos.
Suite 405 (2022)
Su obra se puede encontrar en las colecciones permanentes del Museo de Arte de Columbus, Ohio; Fundación de Arte FLAG, Nueva York; Fundación Louis Vuitton, París; Instituto de Arte Contemporáneo, Miami; Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid, España; y el Museo de Arte Pérez, Miami.
Actualmente tiene su estudio en Brooklyn (Nueva York).
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