Barcelona en 1924 – 1992 ibidem

Gloria Valls Gorina nació en Barcelona en 1924 el seno de una familia de la alta burguesía arruinada. Ella recordaba una infancia y una adolescencia marcada por las privaciones y la guerra.
En 1942 conoció al que sería su marido y el hombre de su vida José María Campi Guardiola que le dio un buen estatus económico. Se casaron en 1950. Siguieron cinco hijos. Como muchas chicas españolas de la postguerra Gloria no concebía otro destino que no fuera el de esposa, madre y ama de casa.
A los cincuenta años y ya con los hijos emancipados se inscribió en la Academia Valls de dibujo que regentaba su tío Nolasc Valls. Entonces descubrió que su pasión era la pintura. Fue una vocación tardía que se podía prever por la cantidad de cuadros que compró para su casa.

Autorretrato pintando (s/f)
Su tío era un pintor académico que le hizo representar incontables estatuas greco-romanas al carboncillo lo que la aburría mucho, pero le dio una buena base de dibujo. Cuando cogió por fin los pinceles alquiló, junto con un grupo de artistas que querían pintar lejos de las obligaciones domésticas, un estudio en la Vía Augusta de Barcelona. Allí siguió aprendiendo, sobre todo con su compañera, la pintora Ana María Massot, que le enseñó a sintetizar y a soltar la pincelada.
Gloria Valls se mantuvo en una línea figurativa, nunca fue una pintora de vanguardia. Sus temas eran intimistas y, aunque tiene algunos excelentes cuadros de jardines raras veces salía del estudio. Su tema predilecto era la naturaleza muerta. Representaba frutas y sencillos objetos —botellas, jarrones, piezas de vajilla, copas—que encontraba en casa o en los Encantes y que reunía en composiciones poco complicadas. También le gustaba representar los tejados que se veían desde su estudio o su casa de Calella de Palafrugell.
Su gama cromática era discreta y su pincelada rápida y nerviosa. Pintaba a gran velocidad y decía entrar en una especie de éxtasis cuando ponía manos a la obra. También se atrevió con el retrato, aunque admitía que era un género que le costaba mucho.

El estudio (1990)
Atractiva y simpática, Gloria Valls hizo varias exposiciones y en la familia se guarda poca obra suya porque lo vendía todo rápidamente. Su obra se limita a la década de 1980. En 1987 le detectaron un cáncer de colon al que sobrevivió precariamente. Falleció en 1992 a los 68 años.
Sus últimas obras presagiaban un estilo propio y tenían una gran calidad pictórica. El examen de la obra de Gloria Valls empezó a ser posible muy tarde, durante la primavera de 2024, cuando con ocasión del vaciado del piso familiar (su marido falleció en enero de 2024 con cien años) empezaron a salir cartas, carpetas de dibujos y pinturas y álbumes de fotografías que eran testimonio de su intensa y tardía vocación.
Pintora ya madura Gloria Valls no quiso profesionalizarse ni entrar en las vicisitudes del mercado del arte. De haber nacido hombre o haber vivido en otra época y en otro contexto Gloria seguramente lo hubiera hecho.
Texto: Isabel Campi Valls. Dra. en Historia
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