María Konstantínovna Bashkírtseva nació en 1858 en la hacienda Gavrontsi, entonces parte del Imperio Ruso y actualmente Ucrania. María fue hija del decano de la nobleza, Konstantín Bashkírtsev y nieta del general Pável Grigórievich Bashkírtsev, una familia de la baja nobleza del Imperio. Vivió viajando constantemente con su familia materna, lo cual favoreció su conocimiento de diversas culturas, llegó a hablar con fluidez  ruso, francés, inglés, alemán, italiano y latín.

Autorretrato con paleta (detalle) (1882)

Desde niña mostró un gran interés por las artes. Dotada de un talento multifacético, se inclinó primeramente por la música y luego por las plásticas. Tocaba el piano, el arpa, la guitarra y la mandolina, pero por problemas de salud tuvo que abandonar una prometedora carrera como cantante.

Viviendo en París decidió formarse en la plástica, una elección escandalosa para una joven de su estatus social. Se matriculó en la Académie Julian, una de las pocas instituciones en Europa que aceptaba estudiantes mujeres y en la que los profesores de Bellas Artes les proporcionaban las mismas enseñanzas que a sus condiscípulos masculinos, pudiendo trabajar directamente en el desnudos del natural, por este motivo se podían encontrar a alumnas llegadas desde distintos países. En la Académie realizó una meteórica carrera en la pintura en la escultura, aunque esta faceta es la más desconocida.

Por otra parte, desde 15 años, María Bashkirtseff comenzó a escribir un diario íntimo, al que Simone de Beauvoir consideró un modelo en su género. Las ediciones de su Diario publicados entre 1887 y 1980, fueron muy edulcoradas por parte de la familia. Sin embargo, finalmente en 1995 se publicó una edición íntegra.

El atelier de mujeres de la Académie Julian (1881)

Con el pseudónimo Pauline Orrel, en 1881 Marie también escribió varios artículos para la revista La Citoyenne de Hubertine Auclert.

Pasó la última cuarta parte de su vida sabiéndose condenada a muerte por una tuberculosis, pero no se resignó nunca. Fue un paradigma universal de vida y de valor ante la muerte. Desde sus primeras obras destacó por el sentido social que le ha querido entregar a su obra, reflejo de su compromiso con las nuevas concepciones políticas que había abrazado y probablemente le permitieron comprender la penosa realidad de aquello seres desamparados que había elegido como modelos.

Dos o tres años antes de su muerte sus pinturas y su nombre comenzaron a ser conocidos por el público, y artículos sobre sus trabajos comenzaron a aparecer tanto en Francia como en Rusia. Pese al renombre que había adquirido en Francia, el estado imperial ruso no se interesó por la obra de Marie Bashkirtseff. En 1908, tras las infructuosas tentativas de la madre de María para que el museo Alexandre III (hoy Museo Ruso) adquiriese sus obras, esta les termina donando un centenar de pinturas, tres escultura y más de cuarenta dibujos de la herencia artística de su hija. En 1929, ya siendo Unión Soviética, la mayor parte de sus trabajos fueron trasladados a los museos de Ucrania, pero todas ellas desaparecieron durante la evacuación de las ciudades rusas ante la invasión alemana en la Segunda Guerra Mundial.

Para el último Salón de Paris al que asistió, preparó su cuadro más reconocido “Le Meeting” de 1884, que se conserva en el Museo de Orsay de París. Con este óleo Marie esperaba alcanzar la medalla que el jurado nunca le concedió, pintó un grupo de seis niños indigentes del asilo de la rue Ampère, y lo hizo con ambos pulmones tomados y pintando a tamaño natural y al aire libre.

Un meeting (1884)

Murió a los veinticinco años, cuando sus pinturas ya le concedían la celebridad. Está enterrada en el cementerio de Passy, en París. A pesar de su corta existencia, María Bashkirtseff tuvo tiempo suficiente para dejar huella en el arte. Produjo una importante cantidad de cuadros realistas entre óleos, pasteles y dibujos, que fueron más allá de la representación de mujeres complacientes.

https://es.wikipedia.org/wiki/Mar%C3%ADa_Bashkirtseff

https://art-y-cultura.blogspot.com/2015/11/maria-bashkirtseff-un-talento.html