Riga (Letonia), 26 de agosto de 1821 – 16 de marzo de 1899 Múnich (Alemania)

Alexandra von Berckholtz fue la menor de los ocho hijos del empresario báltico Gabriel Leonhard von Berckholtz y su esposa Barbara, de soltera Schröder. En 1825, la familia emigró y, tras años de viajar por Europa, se estableció en Karlsruhe en 1833. Allí compró una propiedad en Karlstraße 26, otra propiedad adyacente en Sophienstraße 2 y un terreno entre Sophienstraße y Kriegsstraße , que, ajardinado como parque a partir de 1850, pronto se convirtió en una de las atracciones de la ciudad.

Gabriel Leonhard von Berckholtz encargó al arquitecto Friedrich Eisenlohr la reconstrucción del castillo de Ortenberg que se convirtió en el centro de un salón frecuentado por artistas, escritores, científicos, cantantes, actores e incluso la Gran Duquesa Sofía de Baden .

Alejandra retrató a muchos de estos invitados, incluida la Princesa Alejandrina de Baden. Con más que un simple disfrute amateur, y con auténtico fervor artístico, pintó numerosos retratos meticulosamente ejecutados, en su mayoría de damas de la alta sociedad. Fue una gran entusiasta admiradora de los poemas sinfónicos de Richard Wagner.

Retrato de la Baronesa von und zu Bodman, de soltera Offensandt von Berckholtz (1860)

Colección Augustiner Museum. Friburgo (Alemania)

En 1876 viajó a Niza, donde trabajó con la pintora de flores suiza Theresia Maria Hegg-de Landerset hasta 1877. A partir de entonces, Alexandra se dedicó cada vez más a las naturalezas muertas en su obra, que presentó en exposiciones en Múnich y Berlín.

Cultivó también el género de los bodegones y las pinturas de flores, rivalizando con antiguos y nuevos modelos con cuidada composición y armonía de cromática. Nunca se cansó de inspirarse en los últimos avances del mundo artístico para perfeccionar s y ampliar su formación, por lo que era una figura frecuente en galerías y exposiciones.

Retrato de Elisabeth Freifrau Offensandt von Berckholtz (1860)

Colección Augustiner Museum. Friburgo (Alemania)

Alexandra von Berckholtz también fue muy activa en obras benéficas. En Karlsruhe, por ejemplo, colaboró con la Asociación de Mujeres de Baden. Apoyó a jóvenes artistas, como el pintor de bodegones Adam Kunz en Múnich. En su testamento, legó importantes sumas a varias instituciones benéficas y un total de 21.000 marcos a sus sirvientes.

En sus pinturas, la artista retrató principalmente a mujeres, amigas y familiares, como su hermana Elisabeth. El hijo de Elisabeth, Wilhelm Offensandt von Berckholtz, utilizó parte del patrimonio de Alexandra para fundar la Fundación Berckholtz de Karlsruhe en 1909 , que aún gestiona una residencia de ancianos en Weinbrennerstraße 60.

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