Nació en Toledo en 1966, aficionada desde pequeña al dibujo y la pintura siempre supo que quería estudiar Bellas Artes, por lo que se trasladó en 1984 a Madrid a estudiar en la Universidad Complutense.

Cuando terminó la carrera trabajó como diseñadora en una agencia de publicidad en Toledo y a los pocos meses la Consejería de Industria le concedió una beca de un año de duración para estudiar Diseño en el Istituto Europeo di Design en Milán. Se trataba de un proyecto para activar la industria en Castilla – La Mancha a través del diseño. Allí conoció a su marido, Pedro Lozano, también diseñador y artista. A su regreso de Milán llevó a cabo algunos proyectos gráficos y pronto empezó a trabajar en la docencia en la Escuela de Arte de Toledo, lo que en un primer momento fue algo casual, se convirtió en su verdadera vocación.

En 1995 comenzó a participar exposiciones colectivas organizadas por el Círculo de Arte de Toledo, como el Homenaje a Alberto Sánchez en el Centro de Exposiciones “San Ildefonso” y a participar en concursos de pintura, obteniendo varios premios y menciones, entre ellos el Premio Fondo Adquisición en el VI Certamen de Artes Plásticas Arte y Energía de Unión Fenosa 2002, el Premio Diputación Provincial en el LIV Salón de Arte de Puertollano 2003, el Premio XXI Certamen de Pintura “Ciudad de Daimiel” 2003.

Todo ello le motivó a seguir desarrollando una obra plástica cada vez más comprometida entendiéndola como un proyecto global. En su trabajo cada vez cobró más protagonismo el papel de la prensa, despertando un gran interés por su manipulación y selección, así como catalogación de recursos extraídos de los periódicos, tanto imágenes como texto, lo cual es una constante a lo largo de su carrera y dio pie a su primera exposición individual, en la Galería Aleph de Ciudad Real.

Serie Gritos. Evocando a Janet Leigh (2010)

Bajo el título “Grito, acción y efecto de gritar”  la autora hace del grito como concepto una llamada a la vida, recolecta imágenes de gritos en la prensa diaria, que pliega y compone a modo de mosaicos donde lo que interesa es la potencia de aunar en un mismo gesto sentimientos tan diferentes e incluso tan contradictorios, como la alegría y el triunfo, el placer y el entusiasmo conviviendo con la tristeza, el grito desgarrado, desesperado o el dolor más intenso.

El siguiente definitivo paso a lo que se considera el estilo más característico de Elena, surge cuando crea un gran y enorme rostro gritando formado por rostros que también gritan.

Es en ese momento cuando descubre el poder de atracción y la inquietud que suscitan los rostros enormes, esas cabezas gigantes invasivas que atrapan al espectador y empieza a crear rostros confeccionados con texto de prensa. La fascinación por trabajar el texto o la textura tipográfica para representar lo colectivo frente a la individualidad del retratado, se convierte en su identidad como creadora.

En torno a la Galería Aleph de Ciudad Real esta autora formó parte de un grupo de artistas que exponían en colectivas y asistían a ferias de arte como ArtMadrid, DeArte, Arte Santander y Porto Arte, en Oporto. Esta Galería consiguió reunir a un grupo de gente interesada por el arte y la cultura y dinamizó y aportó a la ciudad un lugar de encuentros en torno al arte.

Serie Conexiones. Instalación (2015)

Durante unos años Poblete ha compaginado docencia y trabajo plástico con la investigación y la elaboración de su tesis, con el título “Factores ergonómicos aplicados a conceptos tipográficos en el diseño de periódicos. La tangibilidad y constancia del medio impreso frente a la inmediatez y variabilidad del soporte on line”. Nada más doctorarse preparó una exposición individual en la que utilizó precisamente restos rotos de pruebas de impresión de su tesis para crear obra plástica. Son fragmentos que sirven, tanto para seguir jugando a componer collages con los grises de los textos del papel, como para crear enormes nidos a los pies de algunas de sus obras. Con esta serie ha expuesto en el espacio Puerta Gótica, CM Belagua, Pamplona y en la Galería El Eskaparate, Barakaldo 2014.

La obra de Elena va unida a su inagotable inquietud de explorar y experimentar, incorporando objetos que emergen de la obra como jaulas o madejas, trenzas que se transforman en raíces, en una referencia sobre la libertad; como se pudo ver en la exposición Jaulas para la memoria en el Espacio de Arte Contemporáneo de Almagro y en el Centro Cultural Galileo de Madrid en 2018.

Actualmente sigue compaginando sus proyectos artísticos con la docencia en la Escuela Superior de Diseño de Ciudad Real, en asignaturas relacionadas con tecnología digital y tipografía.

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