Christina Livingston, más tarde conocida como Christina Broom, nació en Londres en 1862. La familia Livingston era de origen escocés, aunque ella nació en Chelsea, Londres, siendo la séptima de ocho hermanos. Se casó con Albert Edward Broom en 1889. Después del nacimiento de su única hija, tras el fracaso del negocio familiar de ferretería y de otras empresas, Christina tomó prestada una cámara fotográfica y de forma autodidacta aprendió a utilizarla.

A los cuarenta años Christina comenzó una carrera profesional, pateando calles y ciudades. Estableció un puesto comercial en el Royal Mews, las caballerizas del Palacio de Buckingham, para vender postales con las fotografías que había tomado y mantuvo este trabajo desde 1904, en una época en la que la fotografía era cosa de personas adineradas y entrar en un negocio era doblemente difícil para una mujer sin posibles.

Cuando la familia se mudó a Burnfoot Avenue, adaptó el sótano y lo convirtió en un cuarto oscuro. Su hija Winifred dejó el colegio para ayudarla, mientras que su marido Albert escribía las leyendas de las imágenes. Las postales se vendieron tan bien que en una sola noche los Broom llegaban a imprimir 1000 ejemplares.

Cuando su fama fue creciendo, ejerció como fotógrafa oficial de la Household Division (División de los siete regimientos del ejército británico al servicio de su majestad ) y contó con un cuarto oscuro dentro del propio cuartel de Chelsea. Broom tomó muchas imágenes locales, de visitas de los príncipes de Gales, de escenas del Palacio, las marchas de The Boat Race, el movimiento sufragista y el estallido de la Primera Guerra Mundial.

Marcha de enfermeras y parteras (1909)

Colección Museo de Londres

Fue una clara simpatizante del movimiento sufragista y sus imágenes dan testimonio de lo ocurrido a principios del siglo XX. Por ese interés personal documentó gráficamente a sus líderes, y las acciones políticas y sociales del movimiento. También fotografió el momento histórico del funeral de la enfermera Edith Cavell, fusilada por los alemanes, había sido sentenciada por alta traición al haber cobijado en su hospital de Bruselas y haber ayudado a huir a más de doscientos soldados.

En 1914 se iniciaba la Gran Guerra y Christina quiso plasmar con su cámara la angustia de los soldados que marchaban al frente. A pesar de que ella nunca estuvo en primera línea de batalla, sus imágenes de aquellos hombres a punto de jugarse la vida se convirtieron en un testimonio muy valioso. Christina se convirtió así en foto periodista, una de las primeras de la historia, retratando a los soldados haciendo trabajos en sus cuarteles, curando a los heridos que llegaban del frente y preparándose para su propia partida. Broom demostró mucho antes que Cartier Bresson o Capa que había que disparar en el momento oportuno y estar en el lugar adecuado. Gracias a ella, todo un país pudo ver cómo salían y cómo regresaban sus hombres tras la batalla.

La sufragista Charlie Marsh en el mitin de Hyde Park (1908)

También fue la primera fotógrafa inglesa en publicar fotos en diarios, semanarios y otras ediciones periódicas, en las décadas de los años 1920 y 1930 su trabajo apareció en publicaciones como The Illustrated London News, The Tatler, The Sphere y Country Life.

Su hija Winifred logró salvaguardar sus negativos al tenerlos almacenados en instituciones públicas. Se calcula que a lo largo de su vida vendió más de 42.000 ejemplares de sus fotografías.

Sus colecciones se han expuesto ampliamente en centros e instituciones de todo el mundo, especialmente en las Islas Británicas y en Estados Unidos.

Christina Broom murió en 1939 y fue enterrada en el antiguo cementerio de Fulham.

https://es.wikipedia.org/wiki/Christina_Broom